Fueron tres días de escapada a las montañas Italianas junto a Mikel, Jean y el Zeta, un paréntesis dentro de las esquiadas durante mi estadía en Chamonix. La nieve estaba más o menos en el lado Francés pero las condiciones para escalar en hielo al otro lado del Mont Blanc estaban de maravilla, los chiquillos estaban motivados con algunos proyectos de escalada y yo tenía todas las ganas de conocer y escalar algunas de las famosas cascadas de hielo de Cogne.
Y como aquí en Europa ni las montañas ni los canales son un obstáculo para las grandes obras de ingeniería y les encanta construir caminos y teleféricos donde pareciera imposible, solo bastó pasar un túnel construido literalmente bajo el Mont Blanc para encontrarse rápidamente con los grandes carteles que decían BENVENUTO! Una hora y media de camino y ya estábamos en un pueblito italiano en el valle de Aosta rodeado de bosques coloridos y montañas nevadas, preparándonos para la primera escalada. Lástima que el lugar sí que es bastante famoso y fue necesario hacer un poco de fila para esperar el turno para escalar.
Nunca he sido una experta en
hielo, porque en Chile las posibilidades que tenemos para encontrar cascadas de
buena calidad son muy pocas y en general los acercamientos son tan laaaargos
que uno rara vez va a escalar en hielo. Pero tanta era mi motivación de estar
en un lugar con tantas cascadas bonitas y todas tan cerca, que se me olvidó un
poco que el hielo no es como la roca y pase un poco de susto por exceso de
confianza. Claro que para mi orgullo pude controlarlo y tuve la oportunidad de
abrir algunas rutas de las más simples!
Fueron dos preciosos días de
escalada y un horrible día de dolor de guata en el que en contra de mi voluntad
tuve que quedarme en cama sin poder ni escalar ni saborear la esquisita comida
italiana. Pero mi voluntad venció finalmente (No podía enfermarme de la guata
en un lugar asi!) y me permitió recobrar mis fuerzas el último día para unas escaladas
verdaderamente memorables junto a mi amigo Zeta. Dos cascadas hermosas de dos
largos. Nunca en mi vida había escalado cascadas tan bonitas y con hielo tan
bueno.
El Zeta ultra motivado se mando unas escaladas
buenísimas. Mientras yo le daba todos los ánimos desde abajo, él, controladito,
se lo encadenó todo y me permitió escalar unos largos que no podría haber
subido nunca si no hubiera sido de segunda… realmente hermosos!!! Un
canalonsito angosto de hielo y roca…. y un cigarro colgante de hielo
transparente a 60 metros del suelo!
Precioso… Tan lindo que se te
olvida completamente el frío en las manos y los brazos empopeyados y llegas
arriba con una sonrisa en la cara, feliz, a darle un abraso a tu compañero que
también está feliz, porque lo que acabamos de escalar es simplemente… MUY LINDO!