martes, 29 de enero de 2013

Montañas de Austria y Alemania




La primera cita con los Alpes Europeos fue en Austria, en una ciudad cuyo nombre significa “Puente del rio Inn” o Innsbruck, ubicada a ambos costados del famoso Rio y no extrañamente atravesada por bastantes puentes.

Mi primera impresión fue una mezcla entre maravilla y desconcierto. Era todo tan distinto a lo que yo estaba acostumbrada! Y con eso me refiero a todos sus aspectos. La ciudad se encuentra en un valle rodeado de montañas que se alzan como empinadas paredes blancas y en casi todas ellas existe un centro de ski! Aquí la vida gira en torno al deporte, es una ciudad en la que la mayoría escala, todos hacen esquí alpino o esquí nórdico y absolutamente todos están acostumbrados a salir al cerro. Existen refugios en todas partes, a todas las distancias, con senderos adaptados a todo tipo de persona y que ofrecen todo tipo de comida, servicios de bar para los que gustan disfrutar un traguito después de una caminata y alojamiento durante casi todo el año.





Aquí todos salen al cerro. Pero el cerro es también un lugar que han logrado hacer muy cómodo y se ha perdido un poco la sensación de aventura. Es complejo, por un lado me alegra la idea de saber que aquí la gente de todas las edades se da el tiempo de salir a disfrutar sus paisajes, hacer deporte y estar en contacto con la naturaleza. Cosa que pocos se dan realmente en Chile donde la montaña es por si mas desafiante y mucho menos cómoda. Si quieres tomarte un vinito en la cumbre del pintor, pues tienes que cargarlo y si te quedas a dormir, la única opción es la carpa. Mucha gente entonces, sobretodo gente mayor, deja de salir al cerro porque esto implica un esfuerzo muy grande.




Pero por otro lado el cerro aquí ya no es un lugar para estar solo y meditar, para salirse de la rutina de la vida cotidiana, ya no existen lugares donde “nunca nadie ha estado antes”. Aquí no es un desafío salir al cerro. Traje mi carpa, porque en chile no puedes ir al cerro sin carpa a no ser que quieras hacer un vivac, y no la he usado nunca! Aquí nadie usa carpas! Las carpas las compran aquellos que se van a subir cerros a América o al Himalaya en busca de la verdadera aventura que ya no encuentran aquí tan a menudo.

Austria y Alemania, la provincia de Tirol fue la que conocí. Buenas randoneadas, montañas hermosas como siempre son las montañas, buen ski y algunas lindas escaladas en cascadas de hielo. La gente aquí es un poco reservada y cuesta llegar a conocerla, me hicieron falta los abrazos de los amigos en Chile. Pero encontré abrazos aquí también.

La Tere que me dio alojamiento y me mostró su país su familia y amigos. Muy generosa!

Sissi y Phillip, una parejita de escaladores que vivían con la Tere y que me aceptaron en su casa cuando ella se fue. Escalamos en hielo y también compartimos algo de escalada indoor los días de mal tiempo. Ella estudia física y ama lo que hace, una niña con una sonrisa gigante y siempre feliz y motivada. Phillip un paramédico rescatista que estudia filosofía y política y que además es un gran escalador en su tiempo libre, una mezcla muy peculiar que lo hace ser un personaje muy divertido. Personas muy lindas, sencillas y conectadas con la naturaleza.






Mi amigo Dani, un austriaco que estuvo en Chile los pasados 6 meses. Compartí con él y su amiga Mónica un día muy bueno de ski, de esos días maravillosos en los que las montañas se funden con las nubes que pasan, días mágicos de luz y sombra que te dejan feliz solo al contemplarlos y el ski pasa a ser algo secundario. Pero que de secundario no tenía nada porque la nieve estaba increíble dándole un toque aun más dulce al panorama! Y para terminar un día maravilloso nada menos que una comida increíble los tres en casa de Moni donde me dieron a probar lo que parecía ser la especialidad de  Austria el  “Knuddl” (o al menos así es como se pronuncia! Y no sé porque se me ocurre que es la palabra que ocupan para “pelota”). Pelotas de pan en sopa de entrada, luego pelotas aplastadas de pan molido con queso y ensalada, y de postre nada menos que pelotas, pero no de pan sino de un extraño queso con frutillas. Muy rico! Y nada mejor que acompañarlos con la compañía de dos lindas personas!





Lindas experiencias y maravillosos lugares. Eso fue Austria y Alemania pero mi viaje debe continuar, y mi próximo destino es el famoso y soñado Chamonix!

jueves, 3 de enero de 2013

Esquiando en los bosques Boreales de Siberia



Esquiar en Siberia, en busca de la nieve polvo que no se humedece nunca, fue la idea que motivo el viaje que realizamos junto a cinco amigos Alemanes, tres esquiadoras: Teresa, Verena y Lisa y dos esquiadores Anton y Phillipe. La idea puede parecer un poco loca, pero la verdad es que existe mucha gente que esquía en este frío y remoto lugar.




El 29 de diciembre llegamos al pueblo de Shereguesh, ubicado en el centro de Rusia al oeste del lago Baikal. La tormenta nos estaba esperando para el año nuevo y nos trajo de regalo inmediatamente la nieve polvo que buscábamos: seca, liviana, más de un metro de cristales en forma de estrellas que salpican en la cara a medida que uno los va esquiando entre los bosques de pinos Siberianos. Como un sueño… nada que decir! Me iba riendo sola mientras esquiaba ese polvazo delicioso!


Luego puros días maravillosos de sol aprovechados para disfrutar el ski y explorar los alrededores del lugar buscando las mejores líneas y la mejor nieve entre los paisajes de bosques y montañas Siberianas. Bajas temperaturas de cerca de -25ºC permitieron mantener las condiciones de la nieve como polvo hasta nuestra partida. Como se puede eskiar con tanto frío??? Para eso tengo que agradecer a Marmot y Andesgear por darme el equipo térmico y de ski necesario!!





Los rusos son increíbles, a primera vista parecen rudos y serios y el tono del lenguaje no se aleja de eso, pero al acercarse uno nota que son gente amistosa y alegre, rebuenos para el alcohol. Creo que la única palabra que me comprendían era Vodka y Nastrovia, seguro les podía robar alguna que otra sonrisa al decir esas palabras! Las barreras del idioma nos jugaron en contra varias veces y nos basto mas de algún enojo por parte de los rusos, pero nada que hacerle, a puras señas y traductor de Google jajajajaja

Fue una buena experiencia, aunque me falto tiempo, me hubiera gustado recorrer más hacia el Este, esquiar cerca del lago Baikal, quizás sea un próximo destino. Ahora de vuelta a Europa a disfrutar de la nieve y los empinados picos alpinos, lo único que sé es que me queda nieve para rato!