La primera cita con los Alpes
Europeos fue en Austria, en una ciudad cuyo nombre significa “Puente del rio
Inn” o Innsbruck, ubicada a ambos costados del famoso Rio y no extrañamente atravesada
por bastantes puentes.
Mi primera impresión fue una
mezcla entre maravilla y desconcierto. Era todo tan distinto a lo que yo estaba
acostumbrada! Y con eso me refiero a todos sus aspectos. La ciudad se encuentra
en un valle rodeado de montañas que se alzan como empinadas paredes blancas y
en casi todas ellas existe un centro de ski! Aquí la vida gira en torno al
deporte, es una ciudad en la que la mayoría escala, todos hacen esquí alpino o esquí
nórdico y absolutamente todos están acostumbrados a salir al cerro. Existen
refugios en todas partes, a todas las distancias, con senderos adaptados a todo
tipo de persona y que ofrecen todo tipo de comida, servicios de bar para los
que gustan disfrutar un traguito después de una caminata y alojamiento durante
casi todo el año.
Aquí todos salen al cerro. Pero
el cerro es también un lugar que han logrado hacer muy cómodo y se ha perdido
un poco la sensación de aventura. Es complejo, por un lado me alegra la idea de
saber que aquí la gente de todas las edades se da el tiempo de salir a
disfrutar sus paisajes, hacer deporte y estar en contacto con la naturaleza.
Cosa que pocos se dan realmente en Chile donde la montaña es por si mas
desafiante y mucho menos cómoda. Si quieres tomarte un vinito en la cumbre del
pintor, pues tienes que cargarlo y si te quedas a dormir, la única opción es la
carpa. Mucha gente entonces, sobretodo gente mayor, deja de salir al cerro
porque esto implica un esfuerzo muy grande.
Pero por otro lado el cerro aquí ya
no es un lugar para estar solo y meditar, para salirse de la rutina de la vida
cotidiana, ya no existen lugares donde “nunca nadie ha estado antes”. Aquí no
es un desafío salir al cerro. Traje mi carpa, porque en chile no puedes ir al
cerro sin carpa a no ser que quieras hacer un vivac, y no la he usado nunca! Aquí
nadie usa carpas! Las carpas las compran aquellos que se van a subir cerros a América
o al Himalaya en busca de la verdadera aventura que ya no encuentran aquí tan a
menudo.
Austria y Alemania, la provincia
de Tirol fue la que conocí. Buenas randoneadas, montañas hermosas como siempre
son las montañas, buen ski y algunas lindas escaladas en cascadas de hielo. La
gente aquí es un poco reservada y cuesta llegar a conocerla, me hicieron falta
los abrazos de los amigos en Chile. Pero encontré abrazos aquí también.
La Tere que me dio alojamiento y
me mostró su país su familia y amigos. Muy generosa!
Sissi y Phillip, una parejita de
escaladores que vivían con la Tere y que me aceptaron en su casa cuando ella se
fue. Escalamos en hielo y también compartimos algo de escalada indoor los días de
mal tiempo. Ella estudia física y ama lo que hace, una niña con una sonrisa
gigante y siempre feliz y motivada. Phillip un paramédico rescatista que
estudia filosofía y política y que además es un gran escalador en su tiempo
libre, una mezcla muy peculiar que lo hace ser un personaje muy divertido. Personas
muy lindas, sencillas y conectadas con la naturaleza.
Mi amigo Dani, un austriaco que
estuvo en Chile los pasados 6 meses. Compartí con él y su amiga Mónica un día
muy bueno de ski, de esos días maravillosos en los que las montañas se funden
con las nubes que pasan, días mágicos de luz y sombra que te dejan feliz solo
al contemplarlos y el ski pasa a ser algo secundario. Pero que de secundario no
tenía nada porque la nieve estaba increíble dándole un toque aun más dulce al
panorama! Y para terminar un día maravilloso nada menos que una comida increíble
los tres en casa de Moni donde me dieron a probar lo que parecía ser la
especialidad de Austria el “Knuddl” (o al menos así es como se pronuncia!
Y no sé porque se me ocurre que es la palabra que ocupan para “pelota”). Pelotas
de pan en sopa de entrada, luego pelotas aplastadas de pan molido con queso y ensalada,
y de postre nada menos que pelotas, pero no de pan sino de un extraño queso con
frutillas. Muy rico! Y nada mejor que acompañarlos con la compañía de dos lindas
personas!
Lindas experiencias y
maravillosos lugares. Eso fue Austria y Alemania pero mi viaje debe continuar,
y mi próximo destino es el famoso y soñado Chamonix!
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